HOY ES UN BUEN DIA PARA EMPEZAR…
Cuando
llegamos a cierta edad en nuestras vidas, adquirimos mayor conciencia de
nuestros actos, nos volvemos más racionales, mas sentimentales y en algunos
casos hasta duros de corazón, experimentamos cambios muchas veces de manera
abrupta, nos juzgamos por cosas del pasado que en su momento no tuvieron mayor
trascendencia, comenzamos a reprocharnos por no haber hecho tal o cual acción,
y así se pasan los días, recordando un pasado que ya pasó, olvidando vivir el
presente.
Añoramos
la presencia de seres a quienes no pudimos demostrarle todo nuestro amor cuando
podíamos, cuando los tuvimos cerca, reímos al recordar esas locuras que
cometimos de jóvenes, nos embarga la nostalgia del paso rápido del tiempo, se
llena de júbilo y alegría nuestro corazón al ver la familia que hemos creado,
no solo a nuestros parientes, sino a nuestros amigos que pasan a formar
importante en nuestra historia.
Me
atrevo a citar las palabras expuestas en el libro de Jean Guitton, El Nuevo
Arte de Pensar: Dicho sea de paso es una ley general de nuestro ser; vivimos
hacia delante; comprendemos hacia atrás, sólo sentimos por ausencia.
Empecemos
¡hoy!, aprovechemos el tiempo, vivamos el ahora, pensemos que el mañana no
existe y hagamos de cada día, un día perfecto; perdonemos a quienes nos
lastiman, enseñemos a quien no comprende, caminemos cada día repartiendo amor,
sonriamos al desconocido, brindemos un buen día a quien comparte el tiempo con
nosotros, somos capaces de ser felices a pesar de todo que nos pueda estar
pasando… Somos héroes y Heroínas, pues luchamos por un mundo mejor, somos
arquitectos de nuestro destino, somos escultores de nuestras vidas, somos
artistas y pintamos el día de los colores que mejor nos identifiquen.
Si
al final no conseguimos lo que deseamos, agradezcamos por lo que hemos
obtenido, el simple hecho de vivir ya nos hace vencedores, y más aun si
consagraste tu vida a conseguir el bien de los demás, en el momento final de
nuestra existencia no importaran nuestros logros materiales; pero si nuestra
riqueza de espíritu, en el recuento de nuestra vida, tampoco se miraran
nuestras fallas; por el contrario se contaran las veces que ayudaste al
desvalido, se tendrán presente las ocasiones en que tendiste la mano a quien
estaba caído, las palabras de esperanza, las acciones y los gestos que tuviste
para quien te necesito en cierto momento, miraran que tantas lagrimas opacaste
dibujando una sonrisa en el rostro de alguien.
¡Vamos!
¡Empecemos! ¡Ahora !No esperemos hasta el final para hacer algo por los demás,
no dejemos que el tiempo muera sin haber vivido lo que tenemos que vivir.
Esperanza
Tovar
Excelente experiencia y sabiduría que solo él tiempo nos la da, pero a la mayoría nos quita.
ResponderEliminarExcelente experiencia y sabiduría que solo él tiempo nos la da, pero a la mayoría nos quita.
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